viernes, 11 de noviembre de 2011

El estudio del "SER" en Aristóteles

Cada uno de nosotros somos, es decir, tenemos ser, existimos. Algunos somos perezosos y otros somos estudiosos. Muchos son morenos; otros muchos son castaños. Algunas cosas son cálidas y otras son amarillas. Sin embargo hay algo que une íntimamente a toda esta pluralidad de cosas por muy diferentes que parezcan, incluso a las contrarias: todas son. Tienen ser. De todo lo que pensamos podemos afirmar su existencia, incluso de lo fabuloso también: las sirenas, los ovnis, los centauros son, aunque sean una ficción.

Pero si todo tiene ser de alguna manera, ¿Lo poseen con idéntico sentido? ¿Se trata de la misma forma de ser? ¿Hay un solo ser o una sola forma de ser de la que participamos o hay múltiples formas de ser? ¿Tiene el mismo sentido la cópula "ser" en las proposiciones "yo soy un hombre" y en "yo soy un impuntual"? Según Aristóteles, todos los sentidos del verbo ser se deducen de un análisis de las proposiciones copulativas, es decir aquéllas que conectan un predicado con un sujeto: "Sócrates es hombre"; "Alejandro es músico"; "Mónica es mayor que José"; "El alquiler es muy caro", etc.

La estructura es la misma: A (sujeto) es B (predicado), pero los tipos de predicación, no se refieren al sujeto de la misma manera. Sócrates es hombre responde a la pregunta ¿Qué es Sócrates? Es decir, nos muestra la esencia (hombre) de un sujeto (Sócrates), definiéndolo. Sin embargo, "Alejandro es músico" o "el alquiler es caro" no responde a la esencia de ese sujeto, ni lo define: Alejandro esencialmente es hombre y accidentalmente es músico. Uno puede dejar de ser impuntual o músico pero, hasta que muera, no puede dejar de ser hombre.

LAS CATEGORÍAS ARISTOTÉLICAS

Todos estos sentidos del ser o tipos de predicación son denominadas por Aristóteles categorías, que deriva de la palabra griega “atribución”. El predicado "hombre" no se refiere al sujeto de la misma manera que el predicado "caro" o "músico". Hombre hemos visto que se refiere a la esencia de un sujeto, es decir, lo que responde a la pregunta ¿Qué es algo? Las esencias definen a los sujetos, por eso si en un diccionario buscamos la palabra "alquiler" no se nos dice nada acerca de su precio ni sobre si es caro o barato: éstos predicados no responden a la pregunta ¿Qué es un alquiler? sino a una cualidad o característica del mismo que no es esencial: su precio.

Pues bien, hay tantas categorías como diferentes formas de ligar un predicado a un sujeto y son, en definitiva, los distintos modos de ser (que tiene algo). Aristóteles enumera diez:
1.            La esencia (o substancia)
2.            La cantidad
3.            La cualidad
4.            La relación
5.            El lugar
6.            El tiempo
7.            La situación
8.            La posesión
9.            La acción
10.          La pasión 

La primera de las categorías es la Ousía o la esencia (la substancia), es decir, aquello que responde a la pregunta ¿Qué es? La Ousía es la primera y principal categoría porque sin ella no serían posibles los demás modos de ser. Tiene que haber algo que sea sujeto o al que se atribuyan los demás predicados: La casa (Ousía) es: de 70 metros (cantidad), blanca (cualidad), en Madrid (lugar), del siglo pasado (tiempo), estropeada (pasión),...etc. Sin casa, no podríamos atribuir el resto de los predicados; Es decir, las demás categorías no pueden separarse de la substancia u Ousía, ya que son afecciones, cualidades o determinaciones de la primera.
Así pues, la substancia (Ousía) es el ser propiamente dicho, ya que todas las demás formas de ser lo son con relación a ella.

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